IPArralde
Morlaco se adentra en Iparralde guiado por el espíritu de las sorginak enviadas a la hoguera por el infame juez De Landre. Pronto se siente poderoso al transformarse en Akerra. Solo harán falta unos bailes y unos tragos de esta rica IPA para congregar el mayor de los akelarres nunca vistos. Baga, biga, higa..Baga, higa…